ATLAS 9
COMPONENTE 1 IMPULSO A LA CONSOLIDACIÓN DE LOS OBSERVATORIOS NACIONALES DE DROGAS COMO INSTRUMENTO CLAVE PARA LA TOMA DE DECISIONES INFORMADAS EN POLÍTICAS SOBRE DROGAS
En lo referido al Componente de Fortalecimiento de los Observatorios Nacionales de Drogas, los últimos meses de 2019, han permitido ir cerrando todos los productos desarrollados por los cuatro grupos de trabajo constituidos en el marco de COPOLAD II, además de proporcionarnos un tiempo de reflexión y revisión de todo lo avanzado desde 2016, en este marco de trabajo colectivo y participativo.
Esta etapa de revisión demandó una tarea básica y no menor, que es la de traducción de los documentos originales, para contar finalmente con versiones de calidad en lengua castellana e inglesa. Este proceso ha demandado tiempo y revisiones simultáneas y sucesivas, tanto entre quienes, como expertos, conformaron los grupos específicos de trabajo, como así también de parte del Observatorio Interamericano de Drogas (CICAD-OEA) y del European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction (EMCDDA), en su calidad de entidades colaboradoras de COPOLAD, que igualmente han participado activamente de los grupos de trabajo, a lo largo de todo el programa. También se han solicitado revisiones a la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), en el tema del Diseño de estudios para evaluar indicadores y escalas de “uso problemático de drogas“, en tanto que fue partícipe de las reuniones de coordinación y discusión metodológica inicial, igualmente entidad colaboradora de COPOLAD.
Estos procesos de revisión han aportado correcciones, ampliaciones y algunos valiosos cambios que se han cristalizado en mejores productos. También ha permitido sostener el diálogo Sur-Sur y el diálogo transatlántico (triangular), poniendo a prueba el compromiso y el interés de todos los actores en este proceso de crecimiento conjunto, sobre temas y aspectos que son de interés común para los Observatorios Nacionales de Drogas, independientemente de sus niveles de desarrollo y de la parte de la región en la cual operan. Un buen ejemplo de cómo estos estos procesos quedan bien plasmados, es la constitución a lo largo de COPOLAD II de cuatro nuevos Sistemas Nacionales de Alerta Temprana, bajo el liderazgo de países de la propia Región y con el apoyo de países referentes de la UE, y el hecho de que otros países estén en vías de establecerlos; mientras, dieciséis países, elaboraron por primera vez sus Informes Nacionales de Drogas y dos lo están aún finalizando.
En este sentido, el cómo implementar un Sistema de Alerta Temprana sobre drogas y fenómenos emergentes (SAT) y el cómo estimar el uso perjudicial de sustancias o abordar las amenazas y los nuevos problemas emergentes, son temas que están siendo analizados por los expertos de América Latina y el Caribe y de Europa, y COPOLAD II terminará con valiosos productos de apoyo metodológico para apoyar la gestión de los retos que los países tienen que afrontar en relación con las drogas.
COPOLAD II terminará pues poniendo a disposición de los países:
- un manual para la implementación de un SAT sobre drogas y problemas emergentes de alcance nacional;
- un documento de apoyo al para el estudio de validación de indicadores de “uso problemático de drogas”;
- un documento conceptual y metodológico sobre las amenazas y problemas emergentes en la región, y
- una guía con dimensiones e indicadores seleccionados para elaborar Informes Nacionales de Drogas.
De este modo, los documentos elaborados –que en ambas versiones serán editados en breve–, a través de las diferentes actividades que se desarrollaron en el Componente 1 de COPOLAD II, pueden ser considerados como una buena síntesis del estado de estas preocupaciones, aportando lineamientos, conceptos, sugiriendo caminos de avance y facilitando herramientas metodológicas de utilidad para el fortalecimiento de los OND, tal como ha sido el objetivo principal de este Componente. Todos ellos, además del publicado Estudio de Situación de los Observatorios Nacionales de Drogas de América Latina y el Caribe.
Por todo ello, sentimos un profundo agradecimiento a todos los países de América Latina y el Caribe que se involucraron en su rol de liderazgo y de participantes; a los países europeos en su rol de acompañamiento en los grupos de trabajo; a los organismos internacionales (UNODC, OPS/OMS) y entidades colaboradoras que brindaron su apoyo incondicional y a los Observatorios regionales de referencia (EMCDDA y OID-CICAD) que fueron espacios permanentes de consulta y revisión de los documentos producidos, así como contamos con su participación en cada grupo de trabajo.