Avances en el aseguramiento de calidad: base en la evidencia, salud pública, derechos humanos y enfoque de género para programas de prevención y tratamiento del uso problemático de drogas
Lo que hemos avanzado en el marco de COPOLAD II
Veintidós países de América Latina y el Caribe han trabajado en el marco de COPOLAD II en la validación de criterios de calidad para programas de Reducción de la Demanda de Drogas (RDD). Este proceso de validación, en contextos reales, se ha centrado en programas de prevención y tratamiento, con la participación voluntaria de cada país participante, contando con el liderazgo de Chile, Costa Rica y Trinidad y Tobago. Este ejercicio se ha realizado con la contribución activa de 26 programas de prevención y 37 servicios de tratamiento del uso problemático de drogas. Los programas de prevención pilotaron entre 60 y 77 criterios de calidad, según la realidad existente en cada país. Los servicios de tratamiento pilotaron entre 57 y 83 criterios, de acuerdo con el nivel, básico o avanzado, seleccionado en cada caso.
En su mayoría, los programas participantes son de titularidad pública, es decir son gestionados por la administración gubernamental, y en caso de ser servicios no gubernamentales, sus participantes reciben fondos públicos. En el caso del tratamiento, ha habido equilibrio entre servicios ambulatorios, residenciales y mixtos; en prevención, los programas son preferentemente de nivel universal, seguido por los que realizan prevención selectiva. Los programas de prevención participantes se desarrollan fundamentalmente en contextos escolares, con niños, niñas y adolescentes, seguidos por contextos de ámbito familiar y comunitario. Los servicios de tratamiento atienden preferentemente a población adulta, aunque también en algunos casos a niños, niñas y adolescentes.
El pilotaje, en el caso de los programas de prevención, permitió validar que el 98% de los criterios de calidad pilotados son aplicables en el contexto real. Sin embargo, al evaluar su grado de cumplimiento en la realidad actual, en promedio, estos programas preventivos lograron un grado de cumplimiento del 58%. Se observó una gran variabilidad entre programas, y tres de cada cuatro programas preventivos no superaron el 75% de cumplimiento de criterios de calidad, observándose que sólo un 10% de los programas actualmente implementados superan el 90% de cumplimiento.
En el caso de los programas de tratamiento, en el 93% de las ocasiones en que se evaluó un criterio de calidad, se constató que el criterio es aplicable en el contexto real. Pero de nuevo, en promedio, los programas de tratamiento cumplen un 67% los criterios piloteados. Sólo el 16% de los programas sometidos al pilotaje alcanzaron un cumplimiento crudo del 90% (lo que indicaría un nivel óptimo de calidad de servicios), observándose una gran variabilidad de resultados entre ellos.
El ejercicio desarrollado también ha permitido observar un importante avance en el nivel de cumplimiento de los criterios de calidad relacionados con el establecimiento de mecanismos y procedimientos de colaboración y coordinación entre diferentes instituciones y organizaciones sociales; en lograr definir criterios de inclusión y de exclusión que delimitan adecuadamente el acceso o no de las personas a atender en las diferentes modalidades de tratamiento; en mantener un registro de las personas beneficiarias del programa; y en ofertar un programa terapéutico multicomponente de carácter biopsicosocial, que combina terapia farmacológica y tratamiento psicológico-conductual y cognitivo-conductual, terapia de grupo, terapia familiar y de pareja.
Al mismo tiempo, el ejercicio de validación ha permitido identificar fragilidades que aún persisten y que constituyen auténticos desafíos para los países de América Latina y el Caribe. Entre ellos destacan: que en su mayoría los centros no disponen de un sistema de gestión de calidad que asegure la prestación del mejor programa o servicio disponible en cada caso a atender; no consideran la perspectiva de género en el diseño del plan de tratamiento; no cuentan con un programa de formación continuada para la actualización permanente de los profesionales que conforman el equipo terapéutico; no aseguran la utilización de guías clínicas basadas en la evidencia, ni de protocolos específicos aplicables a determinados procesos relevantes del tratamiento; o carecen de un programa de seguimiento de pacientes tras la salida del servicio de tratamiento, incluyendo la carencia de una monitorización periódica de recaídas, mediante la utilización de métodos objetivos de medida.
Lo que queda por hacer
El trabajo desarrollado en el marco de COPOLAD desde 2011 constituye una valiosa base que facilita un esfuerzo institucional coordinado y necesario para impulsar, ahora más que nunca, el desarrollo de los procesos que permitan el aseguramiento de la calidad y el establecimiento de los marcos normativos de acreditación en cada país de América Latina y el Caribe, donde se puedan anclar los estándares de calidad y base en la evidencia, tanto en prevención como en asistencia, de los usos problemáticos de drogas en los países de la Región.
El ejercicio de pilotaje y validación de calidad desarrollado en COPOLAD II, ha servido además para identificar los desafíos urgentes para avanzar en aseguramiento de la calidad de programas RDD en la región. De forma muy sintética, se puede considerar que, de aquí en adelante, los esfuerzos deben centrarse en: Impulsar marcos legales y normativos propicios para el desarrollo de sistemas de aseguramiento de calidad nacionales, que incluyan normas específicas para acreditar los programas de RDD, de forma tal que los países puedan la protección y el derecho a la salud, también en el ámbito de las adicciones; fortalecer las capacidades institucionales necesarias para articular la coordinación entre las comisiones o agencias de drogas y los ministerios de salud, contando con los organismos facultados para la acreditación del sistema de salud, para que pueden ampliar sus acciones incluyendo a los programas RDD; y priorizar la estrategia de calidad en los planes nacionales de drogas, los planes estratégicos institucionales y mantener ejercicios periódicos de auto-evaluación de los criterios de calidad de COPOLAD ya validados en los contextos reales de América Latina y el Caribe.
En este marco, y con el fin de continuar apoyando a los países en estos desarrollos, COPOLAD II seguirá proporcionando asistencia técnica a los países que así lo han solicitado, hasta su cierre en el mes de junio de este año.
Un foro birregional cierra en Panamá esta fase de validación y permite perfilar los siguientes pasos
Convocada en colaboración con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá, el Ministerio de Saludy el Ministerio Públicopanameños a través de la Comisión Nacional para el Estudio y la Prevención de los Delitos Relacionados con Drogas (CONAPRED), se celebró en Panamá la 3ª Reunión Birregional COPOLAD para el Intercambio de Buenas Prácticas entre los Países de América Latina-Caribe y de la Unión Europea (Panamá, 27-28 de noviembre, 2019).
Gracias a la altísima participación institucional, la reunión proporcionó un excelente espacio para presentar los resultados del ejercicio de validación realizado en el marco de COPOLAD II, permitiendo, además, revisar los avances alcanzados hasta ahora en el ámbito de la calidad en RDD, por parte de los países de América Latina, del Caribe y de la Unión Europea. Dada la importancia de la coordinación interinstitucional para el establecimiento de marcos estables de aseguramiento de la calidad, además de las Agencias responsables nacionales de las políticas, también participaron en la reunión: responsables de la Agencia acreditadora de servicios de salud en cada país; representantes de los países en el Comité Técnico y las Reuniones de Alto Nivel del Mecanismo de Coordinación y Cooperación en materia de Drogas CELAC-UE; responsables de las políticas de drogas en el Ministerio de Relaciones Exteriores de estos países; representantes de las instituciones multilaterales colaboradoras de COPOLAD, como el EMCDDA, la CICAD/OEA y la OPS/OMS; las redes birregionales de la sociedad civil que colaboran con COPOLAD (RIOD e IDPC); así como otros actores relevantes que trabajan en el campo de aseguramiento de la calidad en el ámbito de la RDD, como CARICOM, UNODC y el Plan Colombo para América Latina y el Caribe, con los cuales COPOLAD II viene reforzando la coordinación, el establecimiento de sinergias y la prevención de duplicidades.
Este foro permitió, además, explorar conjuntamente los principales retos a los que se enfrentan las diferentes instituciones que desempeñan un papel clave en la planificación y aplicación de la política de calidad en RDD, a fin de optimizar sus esfuerzos de manera coordinada, para poder avanzar hacia marcos legales robustos de aseguramiento de la calidad de los programas de prevención y de los servicios asistenciales en drogodependencias.
Finalmente, y no menos importante, en esta reunión, los países de América Latina y del Caribe pudieron presentar, no solo los esfuerzos realizados hasta ahora, sino sus planes de futuro y los próximos pasos mediante los cuales, se proponen fortalecer políticas nacionales para la acreditación y aseguramiento de la calidad en sus programas de prevención y sus servicios y programas asistenciales. Este es un avance de calado, y desde COPOLAD, queremos agradecer todo este trabajo desarrollado por 22 países de la región, su alta implicación, dedicación y decidido entusiasmo.
Finalmente, y como apuntado ya en el punto anterior, todos los países que han solicitado apoyo para seguir avanzando hacia la definición de un marco legal de garantía de calidad, recibirán asistencia técnica por nuestra parte hasta el cierre de COPOLAD II en junio de este año 2020.
Capacitación en la herramienta paso@paso
COPOLAD dedica la mayor parte de su trabajo a la promoción de la capacitación de los países de América Latina y el Caribe en áreas clave de las políticas de drogas, según la evidencia disponible. De acuerdo con este enfoque, la planificación y la evaluación apropiadas de las intervenciones deben ser consideradas como un elemento clave para mejorar la eficacia de las políticas y los programas. El uso del Modelo Lógico de Planificación facilita la implementación de una intervención ordenada y sistemática, y este modelo se utiliza en la herramienta de planificación “Paso@paso”.
“Paso@paso” guía el proceso de diseño y evaluación de una determinada intervención, facilita el acceso a información de calidad, contiene protocolos de trabajo, proporciona herramientas para compartir documentación con otros equipos profesionales y facilita el análisis de la calidad de la planificación de la intervención.
El instrumento ha sido presentado a los países de la CELAC a través de tres talleres subregionales realizados durante el segundo semestre de 2019. Profesionales de los Observatorios Nacionales, junto con planificadores responsables en el campo de la Reducción de la Demanda de Drogas de las Agencias Nacionales de Drogas del Cono Sur y los países andinos, fueron invitados en julio de 2019 a Buenos Aires para conocer de primera mano esta herramienta virtual. Y siguiendo la agenda prevista, en octubre y noviembre, se realizaron la segunda y tercera edición del taller en Las Bahamas (15-16 de octubre, en Nassau) y en Panamá (25-26 de noviembre, en Ciudad de Panamá). En todas las ediciones, los profesionales participantes valoraron “Paso@paso” como un instrumento de apoyo a su trabajo diario.
Como se detalló en nuestro pasado Boletín, el primer taller en Argentina, se llevó a cabo en cooperación con la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (SEDRONAR), mientras que la capacitación en Las Bahamas se organizó en colaboración con la Secretaría Nacional Antidrogas (National Anti-Drug Secretariat, NADS) y la valiosa cooperación de su Director, el Dr. Terrance Fountain, y se dirigió a treinta y cinco profesionales caribeños de Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Surinam y Trinidad y Tobago. Asistieron a la reunión delegados de instituciones bahameñas de otros ministerios y servicios de salud pública, junto con el NADS. La capacitación en Panamá fue organizada en cooperación con la Comisión Nacional para el Estudio y Prevención de los Delitos Relacionados con las Drogas (CONAPRED), dirigida por su Secretario General Nacional, el Dr. Abraham Herrera. En esta ocasión se capacitó a una treintena de profesionales de Costa Rica, Cuba, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, República Dominicana y el país anfitrión, Panamá. En esta edición de “Paso@paso” participaron un amplio espectro de instituciones y organizaciones locales, del sector público, la sociedad civil, así como universidades de Panamá.
A finales de 2019, con esta serie de talleres de capacitación, más de un centenar de profesionales han sido formados directamente por COPOLAD en el uso de la herramienta, mediante ejercicios prácticos. Los talleres fueron dirigidos por el equipo que ha desarrollado el instrumento, Promoció i Desenvolupament Social (PDS). “Paso@paso” ha sido recibido con entusiasmo por los países participantes, que empiezan a utilizar esta herramienta para desarrollar programas de reducción de la demanda de drogas más eficaces basados en la evidencia científica. Debido a estas evaluaciones positivas, ya se han realizado réplicas nacionales del taller en Jamaica, Perú, Surinam y Venezuela en 2019; otras se están llevando a cabo durante este año en las Bahamas y de nuevo en Jamaica, mientras que están previstas ediciones en otros países.
Resultados de la estrategia de capacitación de COPOLAD
Uno de los objetivos de COPOLAD II consistía en ampliar el alcance de la estrategia de capacitación en Reducción de la Demanda de drogas (RDD), ya iniciada en la primera fase del programa (2011-2015), en la que se desarrollaron dos cursos de capacitación online: El consumo de Alcohol y Otras Drogas: Prevención Basada en la Evidencia y Sistema Integral e Integrado de Atención Social y Sanitaria en Drogodependencias desde la Atención Primaria;. El objetivo planteado al principio de este nuevo período (2016-2020) se centraba en incrementar, tanto el número de cursos ofertados, como su cobertura. Nos complacer anunciar que, ya al final de 2019, este objetivo se había cumplido con creces.
A los dos cursos ya disponibles en COPOLAD I, en esta segunda fase se ha sumado la oferta de otros dos: Enfoque de salud pública en las políticas de drogas y el Abordaje integral para la prevención y reducción de las consecuencias adversas del uso de drogas en poblaciones en situación de alta vulnerabilidad: una estrategia de salud pública. Todos los cursos fueron diseñados e implementados en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) y la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD/OEA). Para la elaboración de los dos cursos más recientes, se ha podido contar mayoritariamente, con expertos de América Latina y del Caribe. Todos ellos están disponibles en español y en inglés.
Durante esta segunda fase (2016-2019), se han desarrollado ocho ediciones internacionales: cuatro en español para los países de América Latina y cuatro en inglés para los países del Caribe, implementadas con el liderazgo de países de la propia región. Un número total de 478 inscritos provenientes de 30 países de América Latina y del Caribe han atendido estos cursos, con una tasa de aprobados de más del 60%.
Gracias a la positiva valoración de quienes han participado, y a la alta demanda generada, se han realizado diversas ediciones nacionales de todos los cursos, incrementando así el número de profesionales que han recibido capacitación en varios países. Hasta finales de 2019, quince ediciones nacionales se han realizado en siete países: Argentina, Bolivia, Chile, Guatemala, Jamaica, Perú y Venezuela; además, otros países como Ecuador están ya en fase de implementación de sus ediciones nacionales y México iniciará en breve las suyas.
Globalmente, más de 1.800 profesionales que trabajan en prevención y asistencia de los usos problemáticos de drogas, se han capacitado exitosamente durante estos cuatro años. Esto significa que se ha multiplicado por 10 el alcance de la formación ofrecida durante COPOLAD II, respecto a la obtenida durante la primera fase del programa (un aumento del 900%), superando significativamente el objetivo inicial previsto para COPOLAD II: “alcanzar un aumento de profesionales capacitados en un 50%”.
A través de este sistema de formación sostenible, se ha fortalecido la capacidad de respuesta profesional en los países de América Latina y Caribe en temas clave para instituciones donde se producen altas tasas de rotación profesional. Se confirma además la sostenibilidad, accesibilidad y amplio alcance de la estrategia de capacitación impulsada por COPOLAD desde su primera fase y su posibilidad de continuidad más allá de la finalización de COPOLAD II.