La agenda ambiental ha cobrado fuerza dentro de las políticas de drogas, y se ha convertido en un tema relevante en las acciones impulsadas por COPOLAD III. Desde la gestión de residuos químicos hasta el fortalecimiento de fiscalías y los sistemas de alerta temprana, el enfoque ambiental guía numerosas iniciativas que se implementan tanto en los espacios regionales como en las acciones nacionales.
El Informe Mundial sobre las Drogas 2024 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) reconoce explícitamente los graves daños ambientales que provoca el tráfico ilícito de drogas. Ya en 2023, el informe dedicó un capítulo completo al vínculo entre drogas y delitos ambientales en el Amazonas, una región clave para el equilibrio ecológico del planeta.
En la misma línea, la reciente resolución de la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas destaca los efectos negativos de las actividades ilícitas relacionadas con drogas sobre el medio ambiente. El debate global está servido, y América Latina y el Caribe son regiones clave en esta discusión.
«La destrucción silenciosa»: evidencia sobre impactos ambientales
Desde COPOLAD III, y en el marco del Mecanismo de Coordinación y Cooperación en materia de drogas entre la UE y la CELAC, se ha investigado cómo tanto el narcotráfico como algunas políticas de combate a las drogas generan daños ambientales graves.
En 2024 se lanzó el estudio “La destrucción silenciosa. Impactos ambientales del narcotráfico y las respuestas del Estado en América Latina y el Caribe”, un análisis en profundidad sobre los efectos ambientales de la economía ilegal de las drogas. En 2025 se está realizando una segunda parte de este informe que analizará las capacidades Estatales para la Identificación de Impactos Ambientales y la Implementación de Estrategias de Mitigación para su implementación en Brasil, Colombia y Perú, y se va a diseñar una “caja de herramientas” para su operatividad.
Alternativas a los cultivos ilícitos que protejan el medio ambiente
El cultivo de coca o cannabis en entornos naturales genera efectos ambientales significativos: deforestación acelerada, monocultivos, contaminación con agroquímicos y una elevada huella de carbono. Muchos de los cultivos de coca se localizan en reservas naturales protegidas donde habitan pueblos originarios.
Desde COPOLAD III se promueven alternativas sostenibles a través de webinarios, guías técnicas y consultorías desarrollo alternativo (dais). Entre las herramientas que incluyen el enfoque están los Pagos por Servicios Ambientales (PSA), la agrosilvicultura, la gestión sostenible de cultivos alternativos, con el objetivo de minimizar el impacto ambiental y ofrecer alternativas viables a las comunidades afectadas.
Proteger a los defensores de la naturaleza
Uno de los proyectos más innovadores de COPOLAD III se desarrolla en la región amazónica de Ucayali (Perú), donde se ha implementado un Laboratorio de Innovación con enfoque ambiental y comunitario. Durante dos años, equipos técnicos y comunitarios han trabajado codo a codo con la comunidad de Flor de Ucayali, desarrollando herramientas tecnológicas para detectar actividades ilícitas y generar protocolos de actuación que protejan tanto a las personas como al ecosistema.
El objetivo es frenar la expansión del narcotráfico que, en muchos casos, despoja a las comunidades de sus territorios y degrada los ecosistemas a través del transporte de mercancías o el acaparamiento de tierras.
Nuevas herramientas para fiscales
El componente jurídico también ha evolucionado. Las Redes de Fiscales Antidrogas y de Protección Ambiental de la AIAMP han solicitado a COPOLAD III asistencia técnica para realizar un diagnóstico regional. Actualmente se está elaborando un diagnóstico para entender cómo los Ministerios Públicos de América Latina están abordando —o dejando de abordar— los daños ambientales vinculados al narcotráfico con el objetivo de generar una serie de recomendaciones que articulen la investigación de ambas fiscalías (la de medio ambiente y narcotráfico).
Precursores químicos: retos ambientales
La gestión y destrucción de las sustancias químicas para elaborar drogas son otros de las labores de las agencias de drogas y los sistemas de fiscalización. En muchos casos, se trata de sustancias tóxicas y peligrosas para la flora y fauna así como para los humanos por lo que es necesario contar con protocolos para su disposición final. COPOLAD III ha elaborado guías y manuales en 7 países con el objetivo de alertar y difundir buenas prácticas para estas sustancias.