El Programa de Cooperación entre América Latina, el Caribe y la Unión Europea en políticas de drogas (COPOLAD III), el Servicio Nacional de Chile para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) y Agirre Lehendakaria Center, laboratorio de innovación social vinculado a la Universidad del País Vasco, han sumado conocimientos y experiencias para poner en marcha, en la región chilena del Maule, el primer Laboratorio de Innovación Social dedicado a abordar, desde una perspectiva sistémica, el uso de drogas entre niños, niñas y adolescentes (NNAS ) que se encuentran bajo la tutela y protección del Estado.
Como parte de esta iniciativa, entre los días 27 al 29 de julio tuvieron lugar dos sesiones de interpretación colectiva en Santiago y Talca (Región del Maule), centradas en contrastar colectivamente la información generada por los equipos locales en la primera fase del proceso de escucha y mapeo del Laboratorio. Participaron autoridades e instituciones como el Ministerio de Salud o el Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, organismos internacionales como UNICEF y agentes comunitarios relevantes, entre otros, personal de residencias familiares, programas de prevención del consumo, profesionales del ámbito de la salud y educación, la Fundación Paréntesis, el programa La Escalera o el programa Mi Abogado.
Durante la apertura de las sesiones, la Directora de SENDA, Natalia Riffo, y la Subsecretaria de la Niñez, Verónica Silva, insistieron en la importancia de coordinar el trabajo entre las instituciones implicadas. Asimismo, señalaron la relevancia de diseñar nuevas estrategias o sistemas de gobernanza que puedan ser replicables en el resto del país y sean capaces de adaptarse a las realidades locales: “La media no sirve, debemos ser capaces de dar respuestas diferenciales” fue una de las ideas más repetidas.
Algunos asistentes destacaron cómo es fundamental incorporar mecanismos para entender la función que el consumo cumple en la población desde una perspectiva más amplia e integral. En conexión con esta percepción, varios participantes consideran interesante seguir experimentando desde el enfoque de reducción de daños o la diversificación de los umbrales de exigencia en los centros. Asimismo, se identificaron dos narrativas contradictorias sobre a quién corresponde la responsabilidad del consumo: se trata de un fenómeno que debe abordarse a nivel individual o desde las instituciones o, por el contrario, trasciende a la comunidad en sentido amplio. Los asistentes se mostraron de acuerdo en activar nuevos canales de escucha para incorporar la voz de los y las menores y la comunidad de forma sistemática en el diseño de las intervenciones. El objetivo es evitar que la comunidad se transforme en un enemigo, por lo que hay que eliminar la estigmatización.
Entrevistamos a @GEspiau de @agirrecenter para explicar qué resultados van a traer los #laboratorios de innovación que impulsa COPOLADIII en Chile, y posiblemente en Colombia y Venezuela. pic.twitter.com/gOGq0aw2Oc
— COPOLAD (@ProgramaCOPOLAD) June 30, 2023
Las sesiones de interpretación colectiva proporcionan un espacio para poner en común las diferentes formas que existen de percibir la misma problemática y, repetidas en el tiempo, pueden ayudar a generar visiones compartidas y un análisis más profundo sobre los nudos críticos en los cuales focalizar las estrategias de política pública en clave de innovación social. Este análisis servirá de base al proceso de diseño conjunto de soluciones que tendrá lugar los próximos meses. El objetivo es garantizar que las estrategias que desarrollan los equipos incorporan la capacidad de responder a las diferentes narrativas que operan en el territorio y permiten adaptarse constantemente a los cambios, generando así sistemas de gobernanza flexibles para abordar retos complejos como es el uso de drogas entre menores bajo tutela del Estado.