En el marco de su Estrategia Nacional de Prevención de Adicciones ‘Juntos por la Paz’ de México, COPOLAD III ha apoyado a La Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones de México (CONASAMA) en la elaboración de dos guías para mejorar la atención a colectivos en situación de vulnerabilidad.
La primera de las publicaciones está destinada a la atención del colectivo LGTBIQ+. Se trata de una herramienta diseñada para orientar a profesionales que trabajan con comunidades de la diversidad sexual que consumen sustancias psicoactivas y a las propias personas usuarias. Proporciona un enfoque centrado en la persona y basado en la evidencia científica, al tiempo que promueve la empatía y comprensión del empleo de drogas desde una perspectiva de derechos humanos.
La guía parte de la necesidad explícita de CONASAMA de abordar los consumos de la población de la diversidad sexual, históricamente marginada. Supone, por tanto, subsanar un agravio hacia este colectivo. Se ha hecho desde la especificidad, porque sobre las personas de la diversidad sexual operan factores de riesgo específicos, entre ellos, el estigma.
La obra es el resultado de un trabajo colectivo entre CONASAMA, EPISTEME, Emma Rodríguez y Jorge Antonio Aragón, realizado con el respaldo de COPOLAD III. Fue presentada el pasado 25 de junio en la Comisión de los Derechos Humanos de la Ciudad de México, días antes del Día Internacional del Orgullo LGTBI+, que se conmemora el 28 de junio.
La metanfetamina y el fentanilo han generado una grave crisis social y sanitaria
El segundo trabajo auspiciado por COPOLAD, pionero en México, es una guía técnica de trabajo de campo, acompañada de una caja herramientas, que tienen como objetivo abordar el consumo de metanfetamina y fentanilo. La presentación de esta obra, diseñada para especialistas en salud y consumo de drogas, tuvo lugar el pasado 27 de junio en el Colegio Frontera Norte, en Tijuana, una institución dedicada a la investigación y docencia de alto nivel, con el fin de generar conocimiento científico sobre los fenómenos regionales de la frontera México-Estados Unidos.
La guía parte de la necesidad de CONASAMA de abordar los problemas que provocan la metanfetamina y el fentanilo en ciertas zonas del país, de manera particular en poblaciones fronterizas del norte y en comunidades migrantes. Entre 2013 y 2020, el número de personas que reciben tratamiento en México por uso problemático de metanfetamina creció un 218%. En cuanto al fentanilo, 50 veces más potente que la heroína, ha disparado las intoxicaciones mortales en los últimos años, generando una grave crisis social y sanitaria en Estados Unidos y Canadá. El influjo de los patrones de uso de sustancias de estos dos países está presente en México, aunque a escala menor y limitada a la frontera septentrional, donde se detectan fenómenos vinculados a las sobredosis por fentanilo, incluyendo adulteración, intoxicaciones y fallecimientos.
El trabajo analiza los factores de protección y los factores de riesgo, como paso previo para encarar el abordaje de los consumos de metanfetamina y fentanilo. Se exponen cuestiones netamente técnicas, a partir de una perspectiva de reducción de daños: dosificación, vías, presentaciones, tiempos y contextos de consumo. Este enfoque pretende dar respuesta a las personas consumidoras, especialmente a colectivos vulnerables o específicos, como los conductores de camiones de larga distancia o los trabajadores de la industria maquiladora.
La obra pone el énfasis en vincular a las personas consumidoras con los recursos públicos, reduciendo las barreras de acceso al tratamiento sanitario. Ha sido realizada a través de la coordinación entre CONASAMA, Episteme y el Instituto Ría, con el respaldo de COPOLAD.
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