Los países de todo el mundo han cerrado sus fronteras exteriores en un intento de controlar y aislar COVID-19. En estas circunstancias, los delincuentes están encontrando nuevas formas de abusar de la vulnerabilidad de los migrantes irregulares que desean entrar o viajar por Europa y de los que tienen dificultades financieras y son víctimas de planes de explotación laboral o sexual.
El nuevo informe del EMSC de Europol examina las operaciones apoyadas en 2019 y la información de inteligencia reunida para trazar la posible evolución de estas áreas delictivas en los próximos meses. Una visión clara de la posible evolución prepararía una respuesta más eficaz a estas actividades delictivas que ponen en peligro la vida.
La Comisión Europea está preparando una tercera fase de este programa, por lo que COPOLAD volverá a principios de 2021.