La Dirección Central de Servicios Antidrogas, como cada año, publica su “Informe Anual” (basado en datos de 2020), que resume la actuación policial y los resultados obtenidos en nuestro país en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas. Con respecto a los años anteriores, la situación emergente ha evidenciado un nuevo escenario. Al igual que otros sectores – legales o ilegales – el tráfico de drogas se ha visto afectado por la emergencia pandémica de Covid-19. El tráfico de drogas, como fenómeno transnacional, siempre se ha basado en el comercio legal para ocultar sus actividades ilícitas y, al menos en la primera fase de la pandemia, se vio inevitablemente afectado por la desaceleración mundial de las transacciones comerciales. Sin embargo, estos fueron efectos transitorios, limitados, en particular, a la primera fase de la crisis pandémica. De hecho, las organizaciones criminales han demostrado una extraordinaria resiliencia y han adaptado rápidamente sus estructuras logísticas y organizativas a la nueva dinámica económica y social, desarrollando esquemas operativos innovadores, tanto en la gestión del tráfico a gran escala, como en la distribución de droga al por menor.
La Comisión Europea está preparando una tercera fase de este programa, por lo que COPOLAD volverá a principios de 2021.