Esta guía aboga por un conocimiento situado, estratégico y relacional con el convencimiento que las respuestas al problema de las drogas, debe poner espacial énfasis en su impacto sobre la pobreza y la marginalización, implementando políticas y acciones que favorezcan la inclusión social y la reducción de vulnerabilidades, riesgos y daños. En ese horizonte, el presente documento aborda cinco distintos planos, que a juicio de los y las responsables de su elaboración, son fundamentales para la robustez en todo proceso relacionado con la producción de conocimiento.
Nos referimos al plano epistemológico que tendrá relación con el para o el para quien del conocimiento, el plano metodológico que en coherencia con lo anterior delinea un formato para obtener dicho
conocimiento en su particularidad, el plano tecnológico que operativiza la concreción del trabajo investigativo, el plano ético el cual implicará sostener un proceso continuo de vigilancia epistemológica que pone frente al acto de conocimiento a otro, a un sujeto junto al cual construimos el conocimiento, y finalmente el plano político que nos pone en relación a la responsabilidad pública como actores sociales del conocimiento y al sentido transformador de nuestra acción.